Este mes hemos seleccionado cuatro poemas cortos Basilio Fernández López, galardonado en 1992 con el Premio Nacional de Literatura, en la especialidad de Poesía.
«PEPITA DE FRUTA»
Limpio silencio madruga
en la clausura del lirio
Luz absorta del martirio
imposible de la oruga
Publicidad de la fuga
que perenne y misteriosa
despeina la crin airosa
y da en tesoros de franja
la viudez de la naranja
y la ausencia de la rosa.
«LIMBO»
Mira los trenes de harina
en tus viaductos de monja
Negros túneles de esponja
te horadan a tinta china
Ya el aire se subordina
a tus rodillas Ya goza
carne sin venas Carroza
de la nieve incorregible
que anuncia el saldo increíble
de tus idilios de loza.
«SONETO A FRAY LUIS»
Detente, noche, sueño, en el sistema
planetario y agrícola del cielo.
Que no profane el pájaro en su vuelo
la cúspide nevada del esquema.
Cese el mudo torneo de los vientos,
sonámbulos raptores de las rosas,
en caballos inmóviles, de airosas
crines peinadas en los firmamentos.
Y tú danos el norte de tus huellas
que en fuga vertical a las estrellas
ascienden en la luz de cada día:
Tu voz será el cantar de los cantares,
tu viacrucis, vía láctea de los mares,
tu raíz, chorro frío, vena fría.
«TRÁNSITO»
Déjame apacentar tu caricia de puente
en el tanto por ciento de serrín de la brisa
y en espejo descalzo y reconstituyente
tu sueño de recambio hilará mi sonrisa
Una espuma de tiempo se ol
vida en tus cabellos
y la pierna sumisa en
eclipses privados
escancia en litoral de ceniza mis cuellos
sobre el agua madura de los días delgados
Espérame entre dientes y torres de avenidas
para los viajes de ida y vuelta de tus huellas
No traiciones mis manos —aves adormecidas—
por el sol hecho añicos de este maná de estrellas.
Basilio Fernández López, poeta español que nació en Valverdín (Cármenes, León) en 1909, y falleció en Gijón (Asturias) en 1987. Publicó en vida tan solo cinco poemas, todos ellos en su época juvenil. Dedicado a ocupaciones comerciales, mantuvo en secreto su obra literaria, que se dio a conocer póstumamente, en 1991. Fue galardonada en 1992 con el Premio Nacional de Literatura, en la especialidad de Poesía, del Ministerio de Cultura. Era la primera vez que se otorgaba a un autor ya fallecido.
Biografía
Basilio Fernández nació el 28 de julio de 1909 en Valverdín, una aldea del municipio de Cármenes (León). Su padre, que se había dedicado a los negocios de arriería, residía ya en esa época en Gijón, donde tenía un almacén de vinos y coloniales. Era el menor de cinco hermanos varones, de uno de los cuales se conserva también obra literaria.
Estudió en la Escuela de Comercio, la Academia Jovellanos y después en el Instituto Jovellanos. Fue allí compañero y amigo del también poeta Luis Álvarez Piñer y discípulo de Gerardo Diego. A través de él entró en contacto con los nuevos movimientos poéticos y con los autores de la Generación del 27.
Estudió Derecho primero en Oviedo (1926-29) y después en Madrid (1929-30). En Oviedo entabló amistad con Gonzalo Torrenter Ballester, compañero suyo de estudios. En Madrid mantuvo también alguna relación con los círculos de la Revista de Occidente.
De 1927 son los primeros poemas suyos que se conocen, escritos bajo la influencia del creacionismo, un movimiento de vanguardia promovido, inicialmente desde París, por el poeta chileno Vicente Huidobro, y al que se adhieren en España Gerardo Diego y Juan Larrea. En el número 5 de la revista literaria Carmen, dirigida por Gerardo Diego y cuyo secretario era Luis Álvarez Piñer, apareció en 1928 Nuca sola, un grupo de tres poemas que constituye su primera publicación. César González-Ruano reprodujo dos de ellos en su Antología de poetas españoles contemporáneos en lengua castellana (1946) con la siguiente nota: “En este poeta, no sabemos si perdido, se advierte la evolución del creacionismo a lo Huidobro, Larrea y Diego al clasicismo vivo y un tanto gongorino.” En el número 6 de la revista literaria Meseta, de Valladolid, una de las más importantes de la Generación del 27, apareció también, ese mismo año, su poema “Globo”.
Viajó a Italia, a Perugia, en 1929. Allí conoció al escritor panameño Rogelio Sinán, al fotógrafo colombiano Luis B. Ramos y al escritor inglés Basil Bunting, discípulo literario y secretario, en esa época, del poeta americano Ezra Pound.
Después de dar por terminada la carrera de Derecho, volvió a Gijón y comenzó a trabajar en el negocio familiar. En 1932 recibió una carta de Basil Bunting, que le propuso publicar algún poema. Apareció así en el suplemento literario del periódico Il Mare de Rapallo (Liguria) “Hombre erguido”, el último poema que publicó en vida. Ese mismo año o en 1933 inició una recopilación de su poesía en un cuaderno titulado Solitude, optional april, en que trabajó con continuidad hasta 1937.
Fue incorporado en Asturias al ejército de la República al producirse la rebelión militar en 1936. En la batalla de Santander se entregó, al parecer voluntariamente. Rehabilitado, se incorporó al ejército de Franco con el grado de alférez provisional y finalizó la guerra en Cataluña.
Durante los primeros años de posguerra alternó las estancias en Gijón y en Barcelona, donde trabajaba como representante comercial de alimentación. En 1949, al morir su padre, se hace cargo del negocio familiar, en sociedad con uno de sus hermanos, y ese fue su medio de vida hasta su jubilación.
Su obra de los años 40 y 50 es más abundante, pero se conserva de forma bastante dispersa, en forma de borradores y poemas sueltos. Los únicos contactos suyos que se conocen con medios literarios después de la Guerra Civil son los encuentros y la correspondencia, muy esporádica, con Gerardo Diego, y algún contacto epistolar, a partir de 1974 con Gonzalo Torrente Ballester. No hay constancia de que haya mostrado sus poemas a ninguna persona.
Entre 1964 y 1977 hay un largo período del que se conserva solo un poema. De 1977 existe un breve poemario titulado Hay un mayo cualquiera, al que sigue, al menos aparentemente, una nueva interrupción en su obra. En ese poemario hay una influencia muy significativa del poeta inglés T. S. Eliot. En esa época lee también con interés a los surrealistas franceses, a Lezama Lima, Octavio Paz y Fernando Pessoa. Le interesan mucho la música de jazz y la pintura.
A principios de los años 80, coincidiendo con la época en que cierra el negocio familiar y se jubila, se produce un notable cambio en su poesía, reflejado en los dos manuscritos que conservaba de esa época, escritos en su mayor parte en 1982-83: un cuaderno de trabajo sin título, con dibujos anotaciones y borradores de poemas, y otro cuaderno, con el título de Raudos contornos en que el silencio persevera, en que, al parecer, fue pasando a limpio borradores del cuaderno de trabajo que después eliminaba. Se trata de una poesía escrita con un tono gris y deslavazado, cuyo tema es una forma peculiar de desaliento y quiebra interior.
Falleció repentinamente, el 18 de abril de 1987.
En 1991 se publicó póstumamente su poesía en edición de su sobrino, Emiliano Fernández. En 1992 fue galardonada por el Ministerio de Cultura con el Premio Nacional de Literatura en la modalidad de Poesía. Era la primera vez que se otorgaba a un autor fallecido. En 2015 se ha publicado su poesía completa, que incluye 36 textos inéditos.
Obra
Su Poesía completa aparece dividida en nueve secciones, que organizan una obra en su mayoría dispersa, y no siempre pueden ser considerados, por tanto, como poemarios, en sentido estricto:
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Primeros poemas. Comprende 19 poemas de carácter creacionista, entre los que figuran los cuatro primeros que publicó. Aparte de estos, todos los demás proceden del archivo particular de Gerardo Diego y fueron escritos entre 1927 y 1929.
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Cinco poemas para convalecientes. Se trata de una plaquette de cinco poemas, escritos en 1929. Son los primeros poemas de los que conservó copia y señalan una transición hacia una poesía más emotiva.
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Solitude, optional april. Comprende 31 poemas que fechó entre 1929 y 1937. A ellos se han agregado cuatro poemas de esa época que no había conservado, pero de los que poseía una copia Gerardo Diego. Recogen una obra en evolución, casi siempre en verso libre y que opta por el poema largo y discursivo.
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Canciones a María Luisa. Incluye tres sonetos y cuatro canciones de tono menor y carácter clasicista, fechados presumiblemente entre 1940 y 1943.
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“Ese celado impulso” y otros poemas. Recoge un amplio grupo de textos, en estado muy diverso, que va de los poemas acabados a largos borradores sin terminar, escritos ente 1939 y 1950. Aparece en ellos una transición, muy característica de la época, del clasicismo expresivo a un tono neorromántico y existencial.
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Mano sin rosas. Esta breve sección recoge siete poemas y dos borradores escritos entre 1957 y 1969. Corresponde a la época en que su obra se reduce, hasta casi desaparecer, e inicia, sin embargo, una nueva dirección literaria hacia la sobriedad y la melancolía.
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Hay un mayo cualquiera. Es una plaquette de cuatro poemas, fechada en 1977, en que culmina y, a la vez, se cierra esta fase de su obra, contemplativa y austera.
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Raudos contornos donde el silencio persevera (1 y 2). Recoge, por un lado, los textos pasados a limpio y, por otro, lo que queda del primitivo cuaderno de borradores (incluyendo anotaciones sueltas y algunos dibujos). Se trata de una obra inacabada en que el autor explora las posibilidades del texto continuo y emprende una muy personal revisión de su obra y de sus experiencias vitales. Es su poemario más extenso, iniciado probablemente en 1981 y se trata de la parte más original, pero también más discutida, de su obra.
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Últimos poemas. Concluye su obra con cuatro poemas y dos borradores, escritos en sus últimos años, que muestran un retorno a una técnica poética más tradicional en su obra.
Bibliografía
Libros
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Poemas 1927-1987, Gijón: Llibros del Pexe, 1991
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Poemas 1927-1987, 2ª ed., Gijón: Llibros del Pexe, 1992
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Antología poética, León: Diario de León, 2007
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Antología 1927-1987, Gijón: Trea, 2009
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Poesía completa (1927-1987), Gijón: Impronta, 2015