Este mes hemos seleccionado tres poemas de Bartolomé Leonardo de Argensola, poeta español del Siglo de Oro. Coetáneo Miguel de Cervantes, Lope de Vega y Góngora.
Bartolomé Leonardo de Argensola
DIME PADRE COMÚN
«Dime, Padre común, pues eres justo,
¿por qué ha de permitir tu providencia,
que, arrastrando prisiones la inocencia,
suba la fraude a tribunal augusto?
»¿Quién da fuerzas al brazo, que robusto
hace a tus leyes firme resistencia,
y que el celo, que más la reverencia,
gima a los pies del vencedor injusto?
»Vemos que vibran vitoriosas palmas
manos inicas, la virtud gimiendo
del triunfo en el injusto regocijo.»
Esto decía yo, cuando, riendo,
celestial ninfa apareció, y me dijo:
«¡Ciego!, ¿es la tierra el centro de las almas?»
AUNQUE OVIDIO
Aunque Ovidio te dé más documentos
para reírte, Cloe, no te rías,
que de pez y de boj en tus encías
tiemblan tus huesos flojos y sangrientos;
y a pocos de esos soplos tan violentos,
que con la demasiada risa envías,
las dejarás desiertas y vacías,
escupiendo sus últimos fragmentos.
Huye, pues, de teatros, y a congojas
de los lamentos trágicos te inclina,
entre huérfanas madres lastimadas.
Mas paréceme, Cloe, que te enojas;
mi celo es pío; si esto te amohína,
ríete hasta que escupas las quijadas.
FILIS NATURALEZA
Filis, naturaleza
pide la ostentación y los olores
para sus nuevas flores
a la fértil verdad de tu belleza
y que en meses ajenos
pródigas abran su temor los senos.
De tu cerviz reciba
cándido lustre el de la rosa pura,
como animar procura
su carmesí en tu rostro la más viva;
den tus labios crueles
púrpura más soberbia a los claveles.
El cogollo más tierno
crezca con ambición de formar selva,
tan firme, que, aunque vuelva
a herirla por asaltos el hibierno,
ni le marchite el brío,
ni agrave más sus hojas que el rocío.
Por ti con los jardines
más prósperos compiten estas peñas,
que entre gramas risueñas
te producen violetas y jazmines,
para que de los dones
que tu hermosura influye la corones.
Ya, al favor de tus ojos,
entre frutos pendientes, el otubre
segunda flor descubre,
y te ofrece esperanzas y despojos,
porque en entrambas suertes
anticipados regocijos viertes.
Mas, ¡ay!, que cuando inspiras
el no esperado honor con que se apresta
para ti la floresta,
haciendo en el vigor de cuanto miras
tan dichosa mudanza,
mísera yace y sola mi esperanza.
Biografía
Bartolomé Juan Leonardo de Argensola nació en Barbastro, Huesca, el 26 de agosto de 1562 y murió en Zaragoza,el 4 de febrero de 1631.
Fue un poeta e historiador español del Siglo de Oro.
.Empezó su educación en Barbastro. En 1574 fue a Huesca para cursar estudios de Filosofía y Jurisprudencia, y más tarde estudió Griego, Retórica e Historia Antigua en Zaragoza bajo la dirección de Andrés Scoto. Más tarde es en la Universidad de Salamanca donde estudió Derecho Canónico y Teología (entre 1581 y 1584). Durante este periodo tuvo ocasión de conocer a Fray Luis de León con quien compartía la afición por los clásicos. Sus primeras composiciones poéticas son de esta época. Ese mismo año es ordenado sacerdote gracias a una dispensa papal, pues con veintidós años aún no estaba en edad canónica de recibir el ministerio.
Entre 1584 y 1586 Bartolomé y su hermano Lupercio fueron protegidos de Fernando de Aragón y Gurrea, quinto duque de Villahermosa. Ejerció como rector parroquial de los estados del duque hasta la muerte de este en 1592, de donde le vino el apelativo de «rector de Villahermosa». En 1601 fue nombrado capellán de la emperatriz María de Austria y, a su muerte en 1603, recaló en Valladolid, adonde se trasladó la Corte, y de allí a Madrid, en 1609 y 1610, donde publicó la Conquista de las Islas Molucas, encargada por comisión del Conde de Lemos, presidente del Consejo de Indias. En estos años conoce a Cervantes y a Lope de Vega y hace esporádicos viajes a Zaragoza donde era fiscal de la Academia Imitatoria, el más conocido de los cenáculos literarios aragoneses del barroco.
En 1613 acompaña en el séquito de literatos al Conde de Lemos en su partida a tomar posesión del Virreinato de Nápoles, donde participaría de las actividades de la Academia de los Ociosos. A la muerte de su hermano ese mismo año, solicitó el cargo que dejaba vacante como cronista de la Diputación del Reino de Aragón, siéndole concedido en 1615. Este mismo año obtuvo una canongía en la Catedral del Salvador de Zaragoza y en 1618 fue nombrado Cronista Mayor de la Corona de Aragón.
Fue coetáneo de Miguel de Cervantes (quien le elogió en el «Canto de Calíope» de La Galatea), de Luis de Góngora y de Lope de Vega. En su obra poética (que tuvo difusión manuscrita hasta ser publicada junto con la de su hermano en 1634) destaca su clasicismo, que entronca con la poesía latina, sin seguir las corrientes conceptistas ni gongoristas de la época. También se opuso, junto con su hermano, a las novedades de la dramaturgia de Lope de Vega.
Su modelo más imitado es Horacio, traducido impecablemente por los dos hermanos, de quien toman la dicción elegante y la claridad de pensamiento, transmitido por un verso fluido y depurado tras un paciente trabajo de lima y revisión. También admiraron a su paisano Marcial, de quien aprendieron el gusto por el epigrama y la sátira, pero siempre huyendo de lo vulgar, así como de la afectación gongorina y el latinismo crudo.
Sus obras poéticas fueron recopiladas por su sobrino junto con las de Lupercio, y publicadas bajo el título: Rimas de Lupercio y del doctor Bartolomé Leonardo de Argensola en 1634.
Como cronista diversificó su interés entre varios temas: prosiguió los Anales de la Corona de Aragón de Jerónimo Zurita, escribió Alteraciones populares de Zaragoza en 1591 (revueltas de las que fue testigo junto con su hermano Lupercio) y la Historia de las islas Malucas (1609), a raíz de la conquista de la isla de Ternate.
Academia Paraninfo.
Cursos de Español en Madrid.
Calle Princesa, 70. 28011 Madrid.
Teléfono: 915433139.
http://www.paraninfo.com