Este mes hemos seleccionado una canción de una de las más grandes cantantes de la historia de España: Rocío Jurado.
Voz extraordinaria y poderosísima, personalidad y carisma, talento y trayectoria internacionales. La figura de Rocío Jurado es enorme y extraordinaria.
VIDEO DE LA CANCIÓN COMO UNA OLA:
ROCÍO JURADO. COMO UNA OLA (LETRA)
Grabé tu nombre en mi barca, me hice por ti marinero
Para cruzar los mares surcando los deseos
Fui tan feliz en tus brazos, fui tan feliz en tu puerto
Que el corazón quedó preso de tu cuerpo y de tu piel
Como una ola tu amor llegó a mi vida
Como una ola de fuego y de caricias
De espuma blanca y rumor de caracolas
Como una ola
Y yo quedé prendida a tu tormenta
Perdí el timón sin darme apenas cuenta
Como una ola tu amor creció
Como una ola
Bajé del cielo una estrella en el hueco de mis manos
Y la prendí a tu cuello cuando te dije «te amo»
Pero al mirarte a los ojos vi una luz de desencanto
Me avergoncé de mi estrella y llorando me dormí
Como una ola tu amor llegó a mi vida
Como una ola de fuerza desmedida
Sentí en mis labios tus labios de amapola
Como una ola
Y me escapé contigo mar adentro
Sin escuchar las voces en el viento
Como una ola se fue tu amor
Como una ola
Y me escapé contigo mar adentro
Sin escuchar las voces en el viento
Como una ola se fue tu amor
Como una ola
Rocío Jurado
María del Rocío Trinidad Mohedano Jurado nació en Chipiona (Cadiz) el18 de septiembre de 1944
Murió en Alcobendas (Madrid) el 1 de junio de 2006.
Conocida como Rocío Jurado; fue una cantante muy popular en España y Latinoamérica. Una de las más grandes de la historia.
Se especializó en géneros musicales genuinamente españoles (como la copla y el flamenco) así como en la balada romántica, faceta con la que alcanzó relevancia internacional.
En sus últimos años experimentó con ritmos hispanos y gospel.
Rocío Jurado vendió 16 millones de copias de su discografía.
Biografía
Infancia y juventud:
Nació en el número 115 de la calle Larga, en Chipiona, en el seno de una familia humilde.
Su padre, Fernando Mohedano, era zapatero y cantaor de flamenco en sus ratos libre.
Su madre, Rosario Jurado, era ama de casa y cantante aficionada de la música española.
En su hogar aprendió a amar la música; su primera presentación en público la hizo a los ocho años, en una obra en su Colegio de La Divina Pastora. También aprendió a trabajar duro desde muy niña. Cantaba misas, participaba en festivales de su colegio y también, a los quince años, cuando falleció su padre, tuvo que echar una mano a la precaria economía familiar. Trabajó de zapatera, recolectora de frutas y aún tenía tiempo para presentarse a los concursos de Radio Sevilla.
A Rocío la llegaron a llamar «La niña de los premios», ya que ganaba todos los premios de las emisoras de radio en los cuales participaba. Como en 1958, su primer premio en Radio Sevilla, en el teatro Álvarez Quintero, y que consistió en 200 pesetas, una botella de gaseosa y un par de medias, como ella misma confesó a una revista del corazón.
De la mano de su madre, viajó a Madrid, sin haber cumplido la mayoría de edad, donde una vieja amiga del pueblo la presentó a La Niña de los Peines y al maestro Manolo Caracol. Sin embargo, su imparable carrera artística no empezó hasta su primer encuentro con la «cantaora» Pastora Imperio.
Pastora Imperio inmediatamente contrató a Rocío para el tablao que regentaba, El Duende, uno de los primeros de la época de los tablaos. Siendo una menor, tenía que vestir ropa que la hiciera aparentar más edad para no llamar la atención de las autoridades.
Su compañera, la cantaora y bailaora malagueñaCañeta de Málaga, que también había llegado a Madrid aún siendo joven a buscar fortuna con su arte y fue contratada en El Duende, recuerda en una entrevista como la joven Rocío cantó «sus alegrías, sus tientos y sus cosas de la Piquer».
Rocío siempre había dicho que nació en 1944 ya que cuando llegó a Madrid para cantar en 1960 era menor de edad. Hasta los 16 años no podía cantar en los tablaos, por este motivo es que falsificó su fecha de nacimiento, sumándole dos años más y diciendo que nació en 1944 en vez de en 1946.
Vida artística:
Profesionalmente, Rocío Jurado, despuntó con un repertorio mayormente de copla, género que empezaba a perder vigencia y que ella revitalizó con actuaciones enérgicas, tanto en voz como en presencia escénica.
Se ha repetido varias veces una anécdota con Concha Piquer, cuando Rocío, aún jovencita, se osó a interpretar ante ella uno de sus viejos éxitos; la Piquer la recibió con frialdad, acaso al ver peligrar su liderazgo.
Popular ya en los años sesenta y primeros setenta, en parte por algunas apariciones como actriz en televisión y cine, Rocío dio el salto a la categoría de estrella internacional al inclinarse a un repertorio melódico, de balada romántica, con instrumentaciones orquestales y una imagen personal (maquillaje, peluquería y vestuario) al gusto europeo.
Rocío alternó la bata de cola con suntuosos vestidos de noche, a veces muy comentados por su exuberancia. De los años setenta y ochenta son sus éxitos Como una ola, Señora, Como yo te amo, Muera el amor, Como la alas al viento…muchos de ellos debidos a Manuel Alejandro.
La prolongada celebridad de Rocío radica en las canciones románticas más que en su faceta folclórica puramente española. Fue famosa por estas canciones también en Hispanoamérica, donde tal vez se mantuvo de moda por más tiempo que en España.
Grabó duetos con figuras célebres de aquel continente: con José Luis Rodríguez «El Puma» la canción Amigo amor y con Ana GabrielAmor callado. En 1990 participó en un show de homenaje a Lola Flores en Miami, con la que grabó el dueto Dejándonos la piel.
La declaración más contundente de Rocío Jurado llegaría años después cuando ya era una destacada intérprete de la copla y de baladas. En 1982 aplicó sus extraordinarias dotes al cante flamenco en un doble LP con la colaboración de dos máximas figuras de dicho género: el guitarristaManolo Sanlúcar y el cantaor Juan Peña «Lebrijano». Titulado Ven & Sígueme, descubrió que la famosa cantante también se movía con soltura por los caminos de lo jondo.
El cineasta Carlos Saura tomó nota y se sirvió de la voz de Rocío en dos largometrajes: El Amor Brujo con Cristina Hoyos en 1986 y Sevillanas en 1992 donde interpreta junto a figuras tan relevantes del mundillo flamenco como Paco de Lucía, Camarón de la Isla, Tomatito, Lola Flores, Manuela Carrasco o Matilde Coral entre muchos otros.
En la edición de 1998 del Festival de Jerez dedicado al baile flamenco, el Teatro Villamarta tuvo que colgar el cartel de «entradas agotadas» para la gala de Rocío semanas antes que para cualquier otro espectáculo.
Su voz fue reconocida a nivel internacional. Prueba de ello es el premio como la Mejor Voz Femenina del Siglo XX, que le fue concedido en el año 2000 en la ciudad de Nueva York. Además, llegó a cantar en la Casa Blanca para el -por entonces- Presidente de los Estados Unidos, Ronald Reagan.
El cáncer que la atenazó en sus últimos años la obligó a retirarse de los escenarios; con todo, a finales de 2005 grabó un programa especial para TVE, donde sacó fuerzas para asombrar al público con un completo recital interpretativo, de voz y de expresividad.
Meses después se publicó un álbum que recogía dicho espectáculo, Rocío…siempre, que alcanzó notables ventas.
En su haber cuenta con 150 discos de oro y 63 discos de platino. En el año 2000 le concedieron el disco de oro en México por su disco Señora. Es de recordar que en América, el disco de oro se concede con 500.000 copias vendidas, y no con las 40.000 como en España.
Matrimonios:
Rocío fue la primera en sustituir el típico traje de volantes y lunares de las tonadilleras por elegantes trajes de noche y una apariencia internacional, pero nunca olvidó sus orígenes, y el 21 de mayo de 1976, cuando se casó con el boxeadorPedro Carrasco en el Santuario de la Virgen de Regla, vistió bata de cola, peineta y volantes.
La pareja sólo tuvo una hija, Rocío Carrasco Mohedano.
Tras su divorcio en julio de 1989, y después de obtener la nulidad matrimonial, Rocío Jurado se casó con el toreroJosé Ortega Cano el 17 de febrero de 1995 en la finca de su propiedad «Dehesa Yerbabuena», ante más de 1600 invitados.
Enfermedad y fugaz reaparición:
En agosto de 2004 fue sometida a una complicada operación en el Hospital Montepríncipe de Madrid y más tarde, el 17 de septiembre de 2004 anunciaría que padecía cáncer de páncreas.
En junio de 2005, el XIV Festival de la Yerbabuena de Las Cabezas de San Juan (Sevilla) fue dedicado a ella. Con su amigo de toda la vida, Juan Peña «El Lebrijano» a su lado, Rocío Jurado aceptó emocionada el galardón que brindó a su padre y a todos los aficionados.
Tras más de un año de inactividad profesional, Rocío reapareció en diciembre de 2005 con el especial de TVERocío…siempre, con un inesperado alarde que demostró su estado de forma.
En enero de 2006, Rocío Jurado ingresó en el Hospital MD Anderson, en Houston (Texas), para someterse a una revisión y a una pequeña cirugía. Una reacción alérgica a uno de los medicamentos que le suministraron, le hizo ingresar en la Unidad de Cuidados Intensivos en un par de ocasiones, retrasando su regreso a España hasta finales de marzo de 2006 El mismo día del regreso de Rocío Jurado a España, el Gobierno le concede la Medalla de Oro al Mérito en el Trabajo lo cual se le notifica inmediatamente pisa tierra.
Fallecimiento:
El 1 de junio de 2006 fallecía a las cinco y cuarto de la madrugada en su casa de La Moraleja en Madrid, a los 61 años de edad, así lo informaba a las puertas de la residencia familiar a las 6 de la mañana su hermano y mánager de toda una vida, Amador Mohedano Jurado.
El cuerpo fue trasladado al Centro Cultural de la Villa en la Plaza de Colón de Madrid, donde se instaló una capilla ardiente para su velatorio público. Finalmente su cuerpo fue trasladado a Chipiona donde más de 20.000 personas fueron llegando durante toda la madrugada del 2 de junio para darle el último adiós.
Allí sus restos descansan en paz en el cementerio de San José. El alcalde de Madrid, Alberto Ruiz-Gallardón, ha prometido poner el nombre de la cantante a una calle de la capital española y, el alcalde de su tierra natal, Chipiona, ha construido un mausoleo en su honor, en el cementerio municipal donde fue enterrada.
Discografía:
El amor más grande (2009)
Única (2008)
Rocío Jurado: flamenco (2008)
La copla: los grandes éxitos de la canción española (2007)
Rocío… siempre (2006)
Señora: la antología completa de sus grandes canciones (2004)
Yerbabuena & nopal (2003)
La más grande (2001)
Con mis cinco sentidos (1998)
Palabra de honor (1994)
La Lola se va a los puertos (1993)
Como las alas al viento (1993)
Sevilla (1991)
Nueva Navidad (1990)
Rocío de luna blanca (1990)
Punto de partida (1989)
Canciones de España (1988)
¿Dónde estás, amor? (1987)
Paloma brava (1985)
El amor brujo (1985)
Desde dentro (1983)
Y sin embargo te quiero (1983)
Como una ola (1982)
Canciones de España (1981)
Ven & sígueme (1981)
Señora (1980)
Por derecho (1979)
Canta a México (1979)
De ahora en adelante (1978)
Rocío Jurado /Columbia (1976)
Rocío Jurado (1976)
Rocío (1975)
Soy de España (1975)
Amor marinero (1974)
Rocío Jurado (1974)
Rocío Jurado (1971)
Rocío Jurado (1968)
Proceso a una estrella (1967)
Filmografía:
Nacional:
La Lola se va a los puertos (1994)
Sevillanas (1992)
El amor brujo (B.S.O.) (1986)
Horas doradas (televisión) (1980)
La querida (1976)
Las Tentadoras (televisión) (1975) Epis serie Este señor de negro
Rocío y los detonadores (televisión) (1972)
Una chica casi decente (1971)
Lola, la Piconera (televisión) (1969)
En Andalucía nació el amor (1966)
Proceso a una estrella (1966)
Los Guerrilleros (Película) (1963)
Internacional:
La zapatera prodigiosa (Argentina)
De España al cielo (Argentina)
Lola Montes (Argentina)
Aquellos tiempos (Argentina), candidata para el premio Martín Fierro
Premios
En España
Rocío posee 150 discos de Oro y 63 Discos de Platino.
Premio Nacional al cante Flamenco de Jerez de la Frontera – (Premio que consiguió con 15 años).
Trofeo Al Andalus.
Protagonista del año junto a Montserrat Caballé, en el Programa de Luis Del Olmo (1982).
Radio Nacional de España la nombró «La Andaluza más popular del año», así como «La mejor intérprete». Este último reconocimiento fue debido al éxito de su canción «Tengo miedo», que durante varios meses ocupó los primeros puestos de las listas de éxitos de la canción española.
Hija Predilecta de la Chipiona en 1968.
Parra de Oro del histórico Festival del Moscatel (1968).
En 1984, le fue concedida la medalla de Oro al Mérito Turístico.
Andaluza Universal (1984).
Medalla de Oro de la Junta de Andalucía (1986).
En 1986, recibe una Placa Empresa De Castilla, por batir récord de taquilla tanto en asistencia de público, como en recaudación, en el Teatro Monumental de Madrid, con su serie de recitales ‘Rocío Jurado Brava’.
Premio ABC de Oro (1987).
En 1991 recibe el premio limón y años más tarde en 1994 recibe el naranja, por su buena relación con la prensa, siendo hasta la fecha la única persona que tiene los dos.
En 1992 en el teatro de la Maestranza de Sevilla, recibe el Premio Humanidad, concedido por ASPACE ( Confederación Española de Federaciones y Asociaciones de Atención a las Personas con Parálisis Cerebral y Afines).
En 1995, recibe la Medalla de Oro de las Bellas Artes de manos de Don Juan Carlos I, Rey de España.
Embajadora de Cádiz (1996).
En 1999, recibe el premio ‘Pimiento de Oro’ Ciudad de Murcia.
En 1999, es nombrada Hija Predilecta de la Provincia de Cádiz.
Hija predilecta de Chiclana (2001).
Desde julio de 2002, miembro honorífico del Foro Iberoamericano de las Artes.
Premio Shangay por su trayectoria profesional (2004).
Estrella de oro de la prensa (2004).
Hija Adoptiva de la Ciudad de Cádiz (2006).
Medalla de Oro al Mérito del Trabajo (2006).
Hija Adoptiva de la provincia de Sevilla (2007).
Premio Estrella Music Award a la trayectoria de Rocío Jurado – Tenerife – (2010).
En América
Rocío Jurado es nombrada la Mejor Voz Femenina del Siglo XX – «Premio La Voz del Milenio» concedido en el año 2000 en la ciudad de Nueva York.
En 1973 en México la crítica especializada la nombró «cantante extranjera de mayor impacto en México».
Rocío Jurado ha sido una de las artistas extranjeras más premiadas por la ACE, Asociación de Cronistas en el Extranjero, ha sido Premiada como:
Mejor show internacional (1988).
Mejor intérprete internacional (1982).
Mejor intérprete femenina (1984).
Mejor álbum del año. Premiada en dos ocasiones, por los álbums:
Señora.
Paloma Brava.
Canción del año, en distintas ocasiones por los temas:
Señora.
Como una ola.
¿Por qué me habrás besado?
Se nos rompió el amor.
Premio Extraordinario por Distinción y Mérito en el año 1989.
Reconocimiento carrera artística (1989).
En el año 1986, es nombrada reina del carnaval de Miami.
En 1985 llegó a cantar en la Casa Blanca para el, por entonces, Presidente de los Estados Unidos, Ronald Reagan y posteriormente haría lo mismo con George W. Bush.
En 1987 recibe el ‘Quijote de Oro’ a la artista que más vínculos estrecha entre el Viejo y el Nuevo Continente.
En 1988, por vez primera un artista de habla hispana es premiado con el trofeo «AMÉRICA» Este premio había sido vetado para los hispanos, este premio se entregaba en Las Vegas (Nevada) en el hotel Cesar Palace. Rocío rompió esquemas y le abrió las puertas a todos los artistas de habla hispana con este premio que le fue entragado gracias a unos recitales apoteósicos que Rocío ofreció en dicha sala, tanto así que fue contratada por varias semanas mas con lleno absoluto.
Artista internacional del año en Puerto Rico (3 veces).
Artista internacional de República Dominicana (2 veces).
En el año 1990 se le otorga una Estrella en la calle 8 de Miami.
Hija predilecta de Miami (1991).
Se declara el día de Rocío Jurado en la ciudad que se recae sobre el día 19 de Octubre.
En 1992 recibe el Premio “Aplauso 92” en Miami.
‘Guaicapuro de Oro’ de Venezuela (1985).
Premio Super Q a la artista de la Década (1990).
Cantante Hispana de la década en Miami (1991).
Premio ‘La gran manzana’ Nueva York (2001).
Trayectoria profesional en Nueva York (2003).
En 2003, recibe en Miami en la entrega de premios OPI 2003, un galardón en reconocimiento a su labor artística.
Desde la Academia Paraninfo queremos desearos que paséis una Feliz Navidad y que el Año 2012 sea un año excelente para todos.
Este año hemos visto cumplidos nuestros objetivos con un buen año académico.
Las aulas de Paraninfo han rebosado actividad. Hemos trabajado todo el año con optimismo en estos tiempos difíciles y hemos volcado nuestros esfuerzos en ofrecer una enseñanza de calidad y atender lo mejor posible a nuestros alumnos.
La gente necesita preparación en informática y en idiomas. Hemos puesto nuestro esfuerzo en preparar a toda esa gente que viene a las clases buscando unas mejores posibilidades en la búsqueda de trabajo, una mejor preparación para el que ya tienen o un aprendizaje que les sea útil en su vida cotidiana.
Este 2012 seguiremos trabajando en la misma línea, con ilusión, y abiertos a todas las mejoras en programas de estudio, en programas informáticos y en calidad de enseñanza.
Está siendo un año excelente para los cursos de inglés, de secretariado y de informática, y también para el español y los demás idiomas. Existe una corriente en la gente de optimismo por prepararse y mejorar. Una corriente de optimismo en el futuro, a la que nos hemos unido.
A todos aquellos alumnos, y a los simpatizantes y visitantes, de Paraninfo les queremos desear un Feliz Año Nuevo.
SELECCION DE VILLANCICOS POPULARES ESPAÑOLES. CON LETRA Y VIDEO:
Hemos hecho una selección de los villancicos más famosos, conocidos y populares de Navidad.
Son algunos de los más escuchados en España tradicionalmente.
EL TAMBORILERO.
El camino que lleva a Belén baja hasta el valle que la nieve cubrió. Los pastorcillos quieren ver a su Rey, le traen regalos en su humilde zurrón al Redentor, al Redentor.
Yo quisiera poner a tu pies algún presente que te agrade Señor, mas Tú ya sabes que soy pobre también, y no poseo más que un viejo tambor. (rom pom pom pom, rom pom pom pom) ¡En tu honor frente al portal tocaré con mi tambor !
El camino que lleva a Belén voy marcando con mi viejo tambor, nada hay mejor que yo pueda ofrecer, su ronco acento es un canto de amor al Redentor, al Redentor.
Cuando Dios me vio tocando ante El me sonrió.
CAMPANA SOBRE CAMPANA:
Campana sobre campana, y sobre campana una, asómate a la ventana, verás al Niño en la cuna.
Belén, campanas de Belén, que los ángeles tocan ¿qué nueva me traéis?
Recogido tu rebaño ¿a dónde vas pastorcillo? Voy a llevar al portal requesón, manteca y vino.
Belén, campanas de Belén, que los ángeles tocan ¿qué nueva me traéis?
Campana sobre campana, y sobre campana dos, asómate a esa ventana, porque está naciendo Dios.
Belén, campanas de Belén, que los ángeles tocan ¿qué nueva me traéis?
Campana sobre campana, y sobre campana tres, en una Cruz a esta hora, el Niño va a padecer.
Belén, campanas de Belén, que los ángeles tocan ¿qué nueva me traéis?
ANDE, ANDE, ANDE , LA MARIMORENA:
Ande, ande, ande, la marimorena ande, ande, ande que es la Nochebuena.
En el portal de Belén hay estrellas, sol y luna la Virgen y San José y el Niño que está en la cuna.
Ande, ande, ande, la marimorena ande, ande, ande que es la Nochebuena.
Los pastores que supieron que el Niño quería fiesta, hubo pastor que rompió tres pares de castañuelas.
Ande, ande, ande, la marimorena ande, ande, ande que es la Nochebuena.
LOS PECES EN EL RÍO:
La Virgen está lavando y tendiendo en el romero, los pajarillos cantando, y el romero floreciendo.
Pero mira como beben los peces en el río, pero mira como beben por ver al Dios nacido. Beben y beben y vuelven a beber, los peces en el río por ver a Dios nacer.
La Virgen se está peinando entre cortina y cortina, sus cabellos son de oro, el peine de plata fina.
Pero mira como beben los peces en el río, pero mira como beben por ver al Dios nacido. Beben y beben y vuelven a beber, los peces en el río por ver a Dios nacer.
La Virgen va caminando por entre aquellas palmeras, el Niño mira en sus ojos, el color de la vereda.
Pero mira como beben los peces en el río, pero mira como beben por ver al Dios nacido. Beben y beben y vuelven a beber, los peces en el río por ver a Dios nacer.
NOCHE DE PAZ:
Noche de paz, noche de amor, Todo duerme en derredor. Entre sus astros que esparcen su luz Bella anunciando al niñito Jesús Brilla la estrella de paz Brilla la estrella de paz Noche de paz, noche de amor, Todo duerme en derredor Sólo velan en la oscuridad Los pastores que en el campo están; Y la estrella de Belén Y la estrella de Belén Noche de paz, noche de amor, Todo duerme en derredor; sobre el santo niño Jesús Una estrella esparce su luz, Brilla sobre el Rey Brilla sobre el Rey. Noche de paz, noche de amor, Todo duerme en derredor Fieles velando allí en Belén Los pastores, la madre también. Y la estrella de paz Y la estrella de paz
Quevedo fue un escritor español del Siglo de Oro. Uno de los autores más destacados de la historia de la literatura española y es especialmente conocido por su obra poética.
Hemos seleccionado dos de sus poemas más conocidos.
FRANCISCO DE QUEVEDO.
A un hombre de gran nariz:
Érase un hombre a una nariz pegado, Érase una nariz superlativa, Érase una alquitara medio viva, Érase un peje espada mal barbado;
Era un reloj de sol mal encarado. Érase un elefante boca arriba, Érase una nariz sayón y escriba, Un Ovidio Nasón mal narigado.
Érase el espolón de una galera, Érase una pirámide de Egito, Los doce tribus de narices era;
Érase un naricísimo infinito, Frisón archinariz, caratulera, Sabañón garrafal morado y frito.
SONETO A LUIS DE GÓNGORA:
Yo te untaré mis obras con tocino porque no me las muerdas, Gongorilla, perro de los ingenios de Castilla, docto en pullas, cual mozo de camino;
apenas hombre, sacerdote indino, que aprendiste sin cristus la cartilla; chocarrero de Córdoba y Sevilla, y en la Corte bufón a lo divino.
¿Por qué censuras tú la lengua griega siendo sólo rabí de la judía, cosa que tu nariz aun no lo niega?
No escribas versos más, por vida mía; aunque aquesto de escribas se te pega, por tener de sayón la rebeldía.
BIOGRAFÍA DE FRANCISCO DE QUEVEDO:
Francisco Gómez de Quevedo Villegas y Santibáñez Cevallos, conocido como Francisco de Quevedo nació en Madrid el 14 de septiembre de 1580 y murió el 8 de septiembre de 1645 en Villanueva de los infantes.
Fue un escritor español del Siglo de Oro. Se trata de uno de los autores más destacados de la historia de la literatura española y es especialmente conocido por su obra poética, aunque también escribió obras narrativas y obras dramáticas.
Ostentó los títulos de señor de La Torre de Juan Abad y caballero de la Orden de Santiago.
Biografía:
Pertenece a una familia de hidalgos provenientes de la aldea de Vejorís, en la montaña de Cantabria.
Fue bautizado en la parroquia de San Ginés el 26 de septiembre de 1580.
Su infancia transcurrió en la Villa y Corte, rodeado de nobles y potentados, ya que sus padres desempeñaban altos cargos en Palacio. Su madre era dama de la reina, y su padre era el secretario de la hermana del rey Felipe II, María de Austria.
Huérfano a los seis años, pasó a estudiar en el Colegio Imperial de la Compañía de Jesús, en lo que hoy es el Instituto de San Isidro de Madrid.
Estudió Teología en Alcalá, sin llegar a ordenarse, y lenguas antiguas y modernas.
Durante la estancia de la Corte en Valladolid parece ser que circularon los primeros poemas de Quevedo, que imitaban o parodiaban los de Luis de Góngora bajo seudónimo (Miguel de Musa) o no, y el poeta cordobés detectó con rapidez al joven que minaba su reputación y ganaba fama a su costa, de forma que decidió atacarlo con una serie de poemas; Quevedo le contestó y ese fue el comienzo de una enemistad que no terminó hasta la muerte del cisne cordobés.
Quevedo también se aproximó a la prosa escribiendo como juego cortesano, en el que lo más importante era exhibir ingenio, la primera versión manuscrita de una novela picaresca, La vida del Buscón, y un cierto número de cortos opúsculos burlescos.
Igualmente por esas fechas sostiene un muy erudito intercambio epistolar con el humanista Justo Lipsio, deplorando las guerras que estremecen Europa.
Hacia 1604 intenta explorar nuevos caminos métricos creando un libro de silvas que no terminó, a imitación de las de Publio Papinio Estacio, combinando versos de siete y once sílabas libremente.
Vuelve a la Corte a Madrid en 1606 y reside allí hasta 1611 entregado a las letras; escribe cuatro de sus Sueños y diversas sátiras breves en prosa; obras de erudición bíblica como su comentario Lágrimas de Jeremías castellanas; una defensa de los estudios humanísticos en España, la España defendida; y una obra política, el Discurso de las privanzas, así como lírica amorosa y satírica.
Se gana la amistad de Félix Lope de Vega, así como de Miguel de Cervantes, con quienes estaba en la Cofradía de Esclavos del Santísimo Sacramento; por el contrario, atacó sin piedad a los dramaturgos Juan Ruiz de Alarcón, cuyos defectos físicos le hacían gracia (era pelirrojo y jorobado), siendo él mismo deforme, así como Juan Pérez de Montalbán, hijo de un librero con el que Quevedo tuvo ciertas disputas.
Contra este último escribió La Perinola, cruel sátira de su libro misceláneo Para todos. Sin embargo, el más atacado sin duda fue Luis de Góngora, al que dirigió una serie de terribles sátiras acusándole de ser un sacerdote indigno, homosexual, escritor sucio y oscuro, entregado a la baraja e indecente.
En su descargo, cabe decir que Góngora le correspondió casi con la misma violencia
Por entonces estrecha una gran amistad con el grande Pedro Téllez-Girón, el Gran Duque de Osuna, al que acompañará como secretario a Italia en 1613, desempeñando diversas comisiones para él que le llevaron a Niza, Venecia y finalmente de vuelta a Madrid, donde se integrará en el entorno del Duque de Lerma, siempre con el propósito de conseguir a su amigo el Duque de Osuna el nombramiento de virrey de Nápoles, lo que al fin logrará en 1616.
Vovió a Italia de nuevo con el Duque, éste le encargó dirigir y organizar la Hacienda del Virreinato, desempeñando otras misiones, algunas relacionadas con el espionaje a la República de Venecia, aunque no directamente como se ha creído hasta hace poco, y obtiene en recompensa el hábito de Santiago en 1618.
Caído el grande Osuna, Quevedo es arrastrado también como uno de sus hombres de confianza y se le destierra en 1620 a la Torre de Juan Abad (Ciudad Real), cuyo señorío había comprado su madre con todos sus ahorros para él antes de fallecer.
Los vecinos del lugar, sin embargo, no reconocieron esa compra y Quevedo pleiteará interminablemente con el concejo, si bien el pleito sólo se resolverá a su favor tras su muerte, en la persona de su heredero y sobrino Pedro Alderete.
Llegado allí a lomos de su jaca «Scoto», llamada así por lo sutil que era, como cuenta en un romance, y aislado ya de las tormentosas intrigas cortesanas, a solas con su conciencia, escribirá Quevedo algunas de sus mejores poesías, como el soneto «Retirado a la paz de estos desiertos…» o «Son las torres de Joray…» y hallará consuelo a sus ambiciones cortesanas y su desgarrón afectivo en la doctrina estoica de Séneca, cuyas obras estudia y comenta, convirtiéndose en uno de los principales exponentes del neoestoicismo español.
Completa el número de sus Sueños y redacta tratados políticos como Política de Dios, morales como Virtud militante y dos sátiras extensas: Discurso de todos los diablos y La hora de todos. Tomó parte muy activa en la controversia sobre el patronato de España con dos obras: Memorial por el patronato de Santiago y Su espada por Santiago, 1628. La cuestión se había suscitado cuando una reforma del Breviario Romano en el siglo XVII no citó la predicación y enterramiento de Santiago en España, lo que provocó un cruce de cartas y presiones que duró treinta y dos años hasta conseguir su revocación; el asunto se reavivó cuando se pretendió otorgar el patronazgo de España a santa Teresa de Jesús, lo que acabó por convertirse en una auténtica batalla de intelectuales en pro de una u otro, y Quevedo, bastante misógino, se inclinó por el santo guerrero Santiago.
La entronización de Felipe IV supuso para Quevedo el levantamiento de su castigo, la vuelta a la política y grandes esperanzas ante el nuevo valimiento del Conde Duque de Olivares. Quevedo acompaña al joven rey en viajes a Andalucía y Aragón, algunas de cuyas divertidas incidencias cuenta en interesantes cartas. Por entonces denuncia sus obras a la Inquisición, ya que los libreros habían impreso sin su permiso muchas de sus piezas satíricas que corrían manuscritas haciéndose ricos a su costa. Quevedo quiso asustarlos y espantarlos de esa manera y preparar el camino a una edición definitiva de sus obras que nunca llegó a aparecer. Por otro lado, lleva una vida privada algo desordenada de solterón: fuma mucho, frecuenta las tabernas (Góngora le achaca ser un borracho consumado y en un poema satírico se le llama don Francisco de Quebebo) y frecuenta los lupanares, pese a que vive amancebado con una tal Ledesma. Sin embargo, es nombrado incluso secretario del monarca, en 1632, lo que supuso la cumbre en su carrera cortesana. Era un puesto sujeto a todo tipo de presiones: su amigo, el Duque de Medinaceli, es hostigado por su mujer para que lo obligue a casarse contra su voluntad con doña Esperanza de Mendoza,[6] señora de Cetina, viuda y con hijos, y el matrimonio, realizado en 1634, apenas dura tres meses. En contrapartida, son años de una febril actividad creativa. En 1634 publica La cuna y la sepultura y la traducción de La introducción a la vida devota de Francisco de Sales; de entre 1633 y 1635 datan obras como De los remedios de cualquier fortuna, el Epicteto, Virtud militante, Las cuatro fantasmas, la segunda parte de Política de Dios, la Visita y anatomía de la cabeza del cardenal Richelieu o la Carta a Luis XIII. En 1635 aparece en Valencia el más importante de uno de los numerosos libelos destinados a difamarle, El tribunal de la justa venganza, erigido contra los escritos de Francisco de Quevedo, maestro de errores, doctor en desvergüenzas, licenciado en bufonerías, bachiller en suciedades, catedrático de vicios y protodiablo entre los hombres.
En 1639, con motivo de un memorial aparecido bajo la servilleta del Rey Sacra, católica, cesárea, real Majestad…, donde se denuncia la política del Conde-Duque, se le detuvo, se confiscan sus libros y, sin apenas vestirse, es llevado al frío Convento de San Marcos en León hasta la caída del valido y su retirada a Loeches en 1643. En el monasterio Quevedo se dedicó a la lectura.
Pero Quevedo había salido ya del encierro, en 1643, achacoso y muy enfermo, y renuncia a la Corte para retirarse definitivamente en la Torre de Juan Abad. Es en sus cercanías, y tras escribir en su última carta que «hay cosas que sólo son un nombre y una figura», fallece en el convento de los padres dominicos de Villanueva de los Infantes, el 8 de septiembre de 1645. Se cuenta que su tumba fue profanada días después por un caballero que deseaba tener las espuelas de oro con que había sido enterrado y que dicho caballero murió al poco en justo castigo por tal atrevimiento. En 2009, sus restos fueron identificados en la cripta de Santo Tomás de la iglesia de San Andrés Apóstol de la misma ciudad.
Sus obras fueron muy mal recogidas y editadas por el humanista José Antonio González de Salas, quien no tiene empacho en retocar los textos, en 1648: El Parnaso español, monte en dos cumbres dividido, con las nueve Musas, pero es la edición más fiable; peor es la edición del sobrino de Quevedo y destinatario de su herencia, Pedro Alderete, en 1670: Las tres Musas últimas castellanas; en el siglo XX José Manuel Blecua las ha editado con rigor.
En 1663 se imprimió la primera biografía de Francisco de Quevedo, la de Pablo Antonio de Tarsia, abundante en anécdotas; posteriormente vendrán las de Aureliano Fernández Guerra en el siglo XIX, donde se le pinta como un hombre de estado, y la de Pablo Jauralde Pou en el siglo XX.
Análisis de su obra:
Lo más original de la obra literaria de Quevedo radica en el estilo, vinculado al Conceptismo barroco y por lo tanto muy amigo de la concisión, de la elipsis y del cortesano juego de ingenio con las palabras mediante el abuso de la anfibología. Amante de la retórica, ensayó a veces un estilo oratorio lleno de simetrías, antítesis e isocola que lució más que nunca en su Marco Bruto. De léxico muy abundante, creó además muchos neologismos por derivación, composición y estereotipia y flexibilizó notablemente el mecanismo de la aposición especificativa en castellano («clérigo cerbatana, zapatos galeones…»), mecanismo que los escritores barrocos posteriores imitaron de él. En su sátira se acerca a veces a la estética del expresionismo al degradar a las personas mediante la reificación o cosificación, y la animalización. Se ha señalado, además, como un rasgo característico de su verso, la esticomitía, esto es, la tendencia a transformar cada verso en una sentencia de sentido completo, lo cual hace a sus poemas muy densos de significado, como era prioritario en su poética, radicada en los principios del conceptismo barroco.
La mayor parte de la producción poética de Quevedo es satírica, pero como ya apercibió el abate José Marchena sus sátiras están mal dirigidas y, aunque consciente de las causas verdaderas de la decadencia general, es para él más un mero ejercicio de estilo que otra cosa y se vierte contra el bajo pueblo más que contra la nobleza, en lo cual no tuvo el atrevimiento de, por ejemplo, el otro gran satírico de su época, Juan de Tassis y Peralta, segundo Conde de Villamediana. Cultivó también una fina lírica cortesana realizando un cancionero petrarquista en temas, estilo y tópicos, prácticamente perfecto en técnica y fondo, en torno a la figura de Lisi, que no hay que identificar como se ha querido con ninguna dama concreta, sino con un arquetipo quintaesenciado de mujer. Destacan sobre todo sus sonetos metafísicos y sus salmos, donde se expone su más íntimo desconsuelo existencial. La visión que da su filosofía es profundamente pesimista y de rasgos preexistencialistas. El cauce preferido para la abundante vena satírica de que hizo gala es sobre todo el romance, pero también la letrilla («Poderoso caballero es Don Dinero»), vehículo de una crítica social a la que no se le esconden los motivos más profundos de la decadencia de España, y el soneto. Abominó de la estética del Culteranismo cuyo líder, Luis de Góngora, fue violentamente atacado por Quevedo en sátiras personales. Contra la pedantería y obscuridad que le imputaba se propuso también editar las obras de los poetas renacentistas Francisco de la Torre y Fray Luis de León.
La poesía amorosa de Quevedo, considerada la más importante del siglo XVII, es la producción más paradójica del autor: misántropo y misógino, fue, sin embargo, el gran cantor del amor y de la mujer. Escribió numerosos poemas amorosos (se conservan más de doscientos), dedicados a varios nombres de mujer: Flora, Lisi, Jacinta, Filis, Aminta, Dora. Consideró el amor como un ideal inalcanzable, una lucha de contrarios, una paradoja dolorida y dolorosa, en donde el placer queda descartado. Su obra cumbre en este género es, sin duda, su «Amor constante más allá de la muerte».
Obra literaria
Poesía
La obra poética de Quevedo, que está constituida por unos 875 poemas, presenta ejemplos de casi todos los subgéneros de su época: poesía satírico-burlesca, amorosa, moral, heroica, circunstancial, descriptiva, religiosa y fúnebre. Aproximadamente, un 40% de sus textos son satíricos; si a ello se le añade el hecho de que muchos de ellos circularon públicamente en vida del autor a través de copias manuscritas, se explica la fama de crítico severo y mordaz de su época con que se conoce, en parte, a Quevedo.
La primera impresión de sus poemas tuvo lugar en 1605, en la antología conocida con el nombre de Primera parte de las flores de poetas ilustres de España. De forma póstuma, la mayor parte de sus poemas aparecieron publicados en dos obras: El Parnaso español (1648) y Las Tres Musas Últimas Castellanas (1670).
Prosa
Obras satírico-morales
Sueños y discursos, compuestos entre 1606 y 1623, circularon abundantemente manuscritos pero no se imprimieron hasta 1627. Se trata de cinco narraciones cortas de inspiración lucianesca donde se pasa revista a diversas costumbres, oficios y personajes populares de su época. Son, por este orden, El Sueño del Juicio Final (llamado a partir de la publicación de Juguetes de la niñez, la versión expurgada de 1631 El sueño de las calaveras), El alguacil endemoniado (redenominado El alguacil alguacilado), El Sueño del Infierno (esto es, Las zahúrdas de Plutón en su versión expurgada), El mundo por de dentro (que mantuvo su nombre siempre) y El Sueño de la Muerte (conocido como La visita de los chistes).
De la estirpe de los Sueños son dos llamadas «fantasías morales», el Discurso de todos los diablos y de La hora de todos. Ambas son también sátiras lucianescas de característico tono jocoserio, aunque en su factura y creatividad superan a los Sueños:
Discurso de todos los diablos o infierno emendado (1628), publicado en algunas versiones como El peor escondrijo de la muerte y, a partir de 1631, en la versión expurgada en la que aparecen también los cinco Sueños con los títulos cambiados que se enumeran más arriba, con el título de El entremetido y la dueña y el soplón.
La hora de todos y la Fortuna con seso, variación sobre el tema del mundo al revés en que la Fortuna recobra el juicio y da a cada persona lo que realmente merece, provocando tan gran trastorno y confusión que el padre de los dioses debe volverlo todo a su primitivo desorden.
La novela picaresca Historia de la vida del Buscón llamado don Pablos; ejemplo de vagamundos y espejo de tacaños, apareció impresa en Zaragoza en 1626, pero existen tres versiones más de la obra con grandes divergencias textuales. El problema es complejo, pues todo parece indicar que Quevedo retocó su obra varias veces. La versión más antigua es el manuscrito 303 bis (olim Artigas 101) de la Biblioteca de Menéndez Pelayo a causa del cotejo de las variantes y la manera en que unos testimonios se agrupan frente a otros. La impresión de 1626 fue asumida, si no controlada, por Quevedo, según el propio autor declara en su memorial Su espada por Santiago (1628) y la sinceridad de sus palabras es confirmada por otros datos, así que en realidad no puede sostenerse que se hiciera sin permiso del autor. Pero esta versión no fue la última, pues don Francisco volvió sobre ella para retocar algunos pormenores narrativos, amplificar el retrato satírico de varios personajes secundarios y paliar las expresiones que juzgaron irreverentes o blasfemas los redactores de dos libelos antiquevedianos, el Memorial enviado a la Inquisición contra los escritos de Quevedo (1629) y El Tribunal de la Justa Venganza (1635). De estos retoques dan fe los otros manuscritos. El Buscón es un divertimento en que el autor se complace en ridiculizar los vanos esfuerzos de ascensión social de un pobre diablo perteneciente al bajo pueblo; para ello exhibe cortesanamente su ingenio por medio de un brillante estilo conceptista que degrada todo lo que toca cosificándolo o animalizándolo, utilizando una estética preexpresionista que se aproxima a Goya, Solana y Valle-Inclán y no retrocediendo ante las gracias más repugnantes. La caracterización apenas existe: se trata sólo de un vehículo para el lucimiento aristocrático del autor.
Obras festivas
Premática y aranceles, hechas por el fiel de las putas, Consejos para guardar la mosca y gastar la prosa, Premática del tiempo, Capitulaciones matrimoniales y Capitulaciones de la vida de la Corte son sátiras de los géneros burocráticos habituales en las cancillerías y que se aplican a temas grotescos.
Cartas del caballero de la Tenaza (1625), humorística descripción de las epístolas intercambiadas entre un caballero sumamente tacaño y su amante, que quiere sacarle dinero por cualquier medio.
Libro de todas las cosas y otras muchas más. Compuesto por el docto y experimentado en todas materias. El único maestro malsabidillo. Dirigido a la curiosidad de los entremetidos, a la turbamulta de los habladores, y a la sonsaca de las viejecitas.
Gracias y desgracias del ojo del culo. Opúsculo jocoso sobre los placeres y las dolencias relativos a semejante órgano.
Teatro
No existe un catálogo definitivo de la obra teatral atribuible a Quevedo, y no solo por la dificultad de reconocer su autoría sino por las dificultades de considerar a algunos textos como teatrales. En cualquier caso, se consideran como seguras y plenamente teatrales las siguientes obras:[9]
la comedia Cómo ha de ser el privado y
los entremeses Bárbara, Diego Moreno, La vieja Muñatones, Los enfadosos, La venta, La destreza, La polilla de Madrid, El marido pantasma, El marión, El caballero de la Tenaza, El niño y Peralvillo de Madrid, La ropavejera y Los refranes del viejo celoso.
Además, se toman también en consideración diversos fragmentos de comedias perdidas, alguna loa y diez bailes.
Obra no literaria
Política de Dios, gobierno de Cristo. Su primera parte fue escrita hacia 1617 (en la dedicatoria a Olivares, de 1626, le dice que «es el libro que yo escribí diez años ha») e impresa en 1626 con el título de Política de Dios, gobierno de Cristo y tiranía de Satanás. La segunda parte, escrita en torno a 1635, se publicó en 1655. Las dos partes juntas se publicaron bajo el epígrafe Política de Dios, gobierno de Cristo, sacada de la Sagrada Escritura para acierto del Rey y del reino en sus acciones.
Mundo caduco y desvaríos de la edad (1621, ed. 1852).
Grandes anales de quince días (1621, ed. 1788), análisis de la transición entre los reinados de Felipe III y Felipe IV.
Memorial por el patronato de Santiago (1627, ed. 1628).
Lince de Italia y zahorí español (1628, ed. 1852).
El chitón de Tarabillas (1630), impreso muchas veces con el título de Tira la piedra y esconde la mano. Defiende las disposiciones económicas del Conde-Duque de Olivares, de quien luego se distanciaría.
Execración contra los judíos (1633), alegato antisemita que contiene una velada acusación contra don Gaspar de Guzmán, Conde-Duque de Olivares y valido de Felipe IV.
Carta al serenísimo, muy alto y muy poderoso Luis XIII, rey cristianísimo de Francia (1635).
Breve compendio de los servicios de Francisco Gómez de Sandoval, duque de Lerma (1636).
La rebelión de Barcelona ni es por el güevo ni es por el fuero. 1641, panfleto contra la revuelta catalana de 1640.
Vida de Marco Bruto, 1644, glosa de la vida correspondiente al famoso asesino de César escrita por Plutarco, escrita con algebraico rigor y una elevación de estilo conceptista poco menos que inimitable.
España defendida y los tiempos de ahora, de las calumnias de los noveleros sediciosos, editada por primera vez en 1916.
Obras ascéticas
Providencia de Dios, 1641, tratado contra los ateos que intenta unificar estoicismo y cristianismo.
Vida de San Pablo, 1644.
Vida de Santo Tomás de Villanueva, 1620.
La constancia y paciencia del santo Job, publicada póstumamente en 1713.
Obras filosóficas
Doctrina moral del conocimiento propio, y del desengaño de las cosas ajenas (Zaragoza, 1630).
La cuna y la sepultura para el conocimiento propio y desengaño de las cosas ajenas (Madrid, 1634), que es una reescritura de la obra anterior, publicada sin su autorización, en la que amplificó y mejoró estilísticamente el texto precedente.
Epicteto, y Phocílides en español con consonantes, con el Origen de los estoicos, y su defensa contra Plutarco, y la Defensa de Epicuro, contra la común opinión (Madrid, 1635).
Las cuatro pestes del mundo y los cuatro fantasmas de la vida (1651).
Crítica literaria
La aguja de navegar cultos con la receta para hacer Soledades en un día (1631), satírica embestida contra los poetas que usan el lenguaje gongorino o culterano.
La culta latiniparla (1624), burlesco manual para hablar en lenguaje gongorino.
La Perinola (1633, ed. en 1788), ataque contra el Para todos de Juan Pérez de Montalbán.
Cuento de cuentos (1626), reducción al absurdo de los coloquialismos más vacíos de significado.
Epistolario
Fue editado por Luis Astrana Marín en 1946, apareciendo en dicho epistolario 43 cartas inéditas de los últimos diez años de la vida del autor, que le escribió a su amigo Sancho de Sandoval de Beas (Jaén).[10]
Traducciones
Quevedo frecuentó a humanistas como el distante Justo Lipsio y el más cercano José Antonio González de Salas; ambos le transmitieron su fervor por Propercio. Como helenista, las traducciones de Quevedo del griego dejan bastante que desear; se atrevió, sin embargo, a traducir pésimamente a Anacreonte (traducción que circuló manuscrita y no se imprimió en vida de Quevedo, sino en 1656), al pseudo Focílides y la Vida de Marco Bruto de Plutarco para su Marco Bruto. Mayor mérito tienen sus Lamentaciones de Jeremías desde el hebreo, o sus versiones de excelente latinista de los satíricos Marcial, Persio y Juvenal; sus obras están esmaltadas también de reminiscencias de Virgilio, Propercio, Tibulo, Ovidio, Estacio y Séneca, autores que, como los citados satíricos, frecuentó no poco. También son excelentes sus versiones del italiano y el francés; en esta última lengua, conocía la obra de líricos como Joachim du Bellay y leía y admiraba la de Montaigne e incluso es posible que tradujese el primer libro de sus Essais. En su haber se cuentan:
Introducción a la vida devota, de San Francisco de Sales.
De los remedios de cualquier fortuna (1638), versión libre de Séneca.
El Rómulo, 1632, del marqués Virgilio Malvezzi.
Obras perdidas
La segunda parte de la Vida de Marco Bruto, mencionada por Quevedo en sus últimas cartas, en 1644.
Historia de don Sebastián, rey de Portugal.
La polilla de las repúblicas.
Historia del año 1631.
Dichos y hechos del Duque de Osuna en Flandes, España, Nápoles y Sicilia.
Personaje literario y cinematográfico
Como prototipo del intelectual cortesano que exhibía su ingenio y con frecuencia le gustaba escandalizar o épater le bourgeois, Quevedo pasó a la literatura popular como personaje de chistes con frecuencia groseros, volviéndose personaje de leyendas urbanas como algunos de sus seguidores, por ejemplo Camilo José Cela. Igualmente fue el afortunado personaje de gran número de piezas teatrales y novelas; ya Diego de Torres Villarroel lo resucitó a principios del siglo XVIII en sus Sueños morales, visiones y visitas de Torres con Don Francisco de Quevedo por Madrid, y en el XIX es personaje principal de los dramas Don Francisco de Quevedo (1848) del poeta romántico Eulogio Florentino Sanz, de Una broma de Quevedo y Cuando ahorcaron a Quevedo, de Luis de Eguílaz, o, ya en el siglo XX, de El caballero de las espuelas de oro, de Alejandro Casona.
De la misma manera tentó a la novela histórica: en el XIX escribió Francisco José Orellana Quevedo (1857) y Antonio de San Martín su novela por entregas Aventuras de don Francisco de Quevedo (1883–1884). Francisco de Quevedo es también, junto a otros personajes históricos de la España de Felipe IV, un personaje secundario en la saga conocida como Las aventuras del capitán Alatriste (1996), de Arturo Pérez-Reverte, y en la película basada en ella, Alatriste (2006), dirigida por Agustín Díaz Yanes, en donde el personaje de Quevedo es interpretado por el actor Juan Echanove. En esta obra de ficción, Quevedo es presentado como amigo personal del mal llamado capitán Don Diego Alatriste y Tenorio, veterano de las guerras de Flandes, quien se gana la vida como sicario en el Madrid del siglo XVII. La primera aparición de Quevedo se da en el primer título de la saga, El capitán Alatriste (1996), donde es representado como un hombre ingenioso, apasionado y excelente espadachín, quien regularmente debe hacer uso de la herreruza (espada) para zanjar los contantes conflictos en los que se involucra, ya sea por los desafortunados versos que dedica a numerosas personas (incluidas personalidades de renombre), como por aquellos relacionados con su amigo Alatriste.
En términos narrativos, Francisco de Quevedo representa en la obra el contrapunto alegre y deshinibido a la personalidad reservada y tosca de Alatriste, aportando a la lectura del texto momentos frescos y de un humor elegante e imaginativo, aunque también cumple el rol de factor determinante en muchos de los sucesos de la obra, especialmente en el segundo volumen de la saga Limpieza de sangre (1997). Cabe destacar que en la obra como en sus numerosos epílogos, aparecen algunas obras (mayoritariamente sonetos) que son «atribuidos» a este personaje, entre los que destaca aquel que «Alaba la virtud militar, en la persona del capitán Alatriste». Este poema, que Quevedo habría dedicado a Alatriste, narra de manera alegórica la vida y carácter del personaje, loando su valentía y temple.
EJERCICIO DE ESPAÑOL CON SOLUCIONES: Spanish exercises with answers übungen spanisch
SEGUNDO EJERCICIO ONLINE:
Complete las frases con el artículo determinado adecuado en caso necesario:
1. a. Pero ________hombre, no seas así. Préstame ________ coche esta noche. b. ________hombre es ________ único animas que tropieza dos veces con ________ misma piedra.
2. a. ________ chino es difícil de aprender para ________ españoles. b. Estoy estudiando ________ español ________ tardes.
3. a. ________ pobre chico no sabe lo que le espera. b. Sí, ________ pobre chico.
4. a. En esta ciudad hay ________ calles muy estrechas. b. ________calles más antiguas están en este barrio.
5. a. Yo soy ________ profesor de lengua. ¿Y tú? b. Buenos días, yo soy ________ profesor de este curso. Me llamo Enrique.
6. a. ________ río Manzanares pasa por Madrid. b. ________río Manzanares no es muy caudaloso.
7. a. En ________ primavera voy a ir al valle del Jerte, es muy bonito. b. ________ próxima primavera iré a verte.
8. a. Perdón, ________ doctor Martínez, ¿a qué hora empieza su consulta? b. ________ doctor Martínez es ________ médico ________más joven del hospital.
Trajes regionales de Burgos. Trajes tradicionales burgalés. Traje regional tradicional burgelés:
BANDERA DE LA COMUNIDAD DE CASTILLA-LEON:
BANDERA DEL AYUNTAMIENTO – BURGOS:
ESCUDO DEL AYUNTAMIENTO – CIUDAD DE BURGOS:
Situación en el mapa de Burgos en España:
Situacion de Burgos en el mapa de España.
Traje típico burgalés:
La provincia de Burgos, perteneciente a la Comunidad Autónoma de Castilla-León, tiene una abundante y excelente tradición folclórica. Hoy día todavía se pueden ver los elaborados trajes regionales en desfiles, acontecimientos de importancia y fiestas de la ciudad.
Las prendas que componen estos trajes típicos, principalmente son:
Medias caladas, acuchilladas, listadas y lisas, zapatos, alpargatas, albarcas, almadreñas, pololos, enaguas, manteos, sayas camisa burgalesa, justillo, jubón, jubonas, chambras, corpiño, cuerpiño, armillas, colonias, lazos chatos, pañuelos de cabeza, pañuelos de hombros, mantones de seda, merinos, de pelo de cabra, de manila, «picos de la Esgueva», mandiles tipo excusalí, mandil, faltriquera, mantilla de toalla, manteleta, mantillas de Poza, capillo…
Como en otras regiones, los modelos y diseños varían según la comarca o, incluso, el pueblo en donde estemos.
Traje tradicional femenino:
El traje más comúnmente conocido como el de Burgalesa de Fiesta se compone de:
Zapatos negros, medias blancas o azules, enaguas; manteo en paño pudiendo ser de varios colores aunque el rojo el más extendido, mandil en seda generalmente en negro pero también puede ser en verde musgo, o azul oscuro liso o con adornos de terciopelo.
Portan camisa burgalesa hasta las rodillas, justillo del color del manteo y terciopelo bordeando el justillo y también en el mismo; jubón de paño, con los bordes de manga y cuello de terciopelo, el color más común es el negro aunque puede ser también, en verde musgo y azul oscuro.
Peinada con moño de rodete o de picaporte (más usado) y en caso de ser moza casadera con los «rizos» tan característicos del peinado burgalés (consistente en recoger el pelo de la parte delantera de la cabeza dividiéndolo en dos mediante una raya en medio y retorciendo hacia atrás el cabello para recogerlo en el moño) adornada con lazos de seda o simplemente con el moño de picarpote, collares de coral y plata en varias vueltas con profusión de medallas, relicarios, avellanas y castilletes y con pendientes de «maza».
Traje masculino:
La vestimenta masculina suele variar mucho menos en toda la provincia debido a la simpleza que tiene en comparación con la femenina.
Si comenzamos por el calzado: el hombre suele llevar unas alpargatas combinadas con medias blancas o azules.
El pantalón, que no llega hasta los tobillos sino hasta las rodillas es negro y se suele cerrar con borlas o botones grandes y vistosos. La camisa, que es blanca, suele ser de materiales tales como el lino o el algodón y con solapa. Suele tener frunces tanto en la parte delantera como en la trasera y en el nacimiento de la manga y en el puño. La camisa va metida en el pantalón y apretada con una faja que generalmente es de color roja o azul, aunque también las hay en otros colores.
Finalmente el chaleco, negro, decorado con bolsillos y botones y, según el que lo lleva, muchas veces lleva un bordado en la espalda con el dibujo que se quiera.
Por lo general, el hombre lleva la cabeza tapada con un sombrero velludo, típico de la zona y muy semejante al sombrero calañés. También se pueden ver cabezas tapadas con boinas o simples pañuelos.
Otros complementos son la capa española o incluso el zurrón.
¿Cómo vestían los burgaleses en el siglo XIX?
El traje regional femenino a análisis:
Vamos a adentrarnos en el siglo XIX. Vamos a ver cómo es el traje regional burgalés. Para sus fiestas Burgos quiso recuperar el traje que antaño utilizaban los campesinos para recrear las tradicionales danzas que se hacen en las fiestas. Pero no se puede decir que haya uno sólo. Existen varios tipos que varían según la zona de la provincia en la que nos encontremos.
Además, hay que decir que en la época se hacía distinción entre los trajes de fiesta y los de trabajo.
El de trabajo era para el día a día y el de fiesta era el más caro y sólo lo utilizaban para ocasiones especiales, fiestas o domingos.
Aún así podemos definir ciertos elementos característicos que tienen todos los trajes femeninos burgaleses: Calzado: botas de tacón de carrete o zapatos de trabilla de tacón. Medias: son azules.
Camisa: es de lino, se cierra en el cuello y tiene frunces tanto delante como detrás que dan holgura. Está abierta por delante y cerrada desde el esternón. El moño: es de picaporte o de rodete. Pelerina: es una prenda de abrigo que las mujeres llevaban sobre los hombros y que se cruzaba por el pecho atándose en la parte de atrás. Aderezos: multitud de collares, aderezos y pendientes largos. La piedra característica era el coral, la plata y los azabaches. Chambra: es una vestidura corta a modo de blusa con poco o ningún adorno que usan las mujeres sobre las camisas. Es cerrada hasta el cuello y las hay de diversos colores pero el negro es el más abundante. Delantal: de terciopelo y puede ir del verde oscuro, al negro o al azul marino, depende de la zona de donde sea el traje. Falda: suele ser roja, ya que ese era el color más fácil de conseguir en el siglo XVIII. Jubón: es la prenda exterior femenina que cubre desde los hombros hasta la cintura tiene mangas y es ajustado al cuerpo.
Estos son elementos fundamentales del traje de Burgos sin los que el traje perdería el calificativo de burgalés.
EL TRAJE REGIONAL MASCULINO:
Estos son algunos de los elementos que no pueden faltar en el traje regional burgalés masculino, tanto en el traje de trabajo como en el de fiesta. Calzado: Alpargata abierta de cintas o abarca. Medias: azules o blancas.
Camisa: es de lino o de algodón blanco con pequeñas solapas. Tiene frunces en la parte delantera, en la espalda, en el nacimiento de la manga y en el puño. Es abierta hasta el vientre. Cubrecabezas: suele ser una boina. Pantalón: corto hasta cubrir la rodilla. Se cierran cada lado de la cintura y en las rodillas con cuerdas terminadas en borlas o con botones grandes. Faja: sujeta el pantalón y la camisa. Puede ser negra, azul, roja o blanca. Alforjas: es un gran bolsillón doble de lana y puede ser de dos colores, blanco y marrón.
OTROS TRAJES POPULARES DE LAS FIESTAS DE BURGOS:
Los principales personajes en las fiestas de Burgos son los Gigantillos, los Gigantones y los Danzantes. Los gigantillos, creados en 1899, que son personajes caracterizados con rasgos castellanos al estilo del Rey Católico y de Juana la Loca. La gigantilla está vestida con jubón abierto, con cuello y maga de terciopelo, una chambra blanca, una falda de colores pardos, un delantal largo, un mantón serrano. Por su parte, el gigantillo está vestido con una capa parda, un sombrero velludo, una camisa blanca y lleva en la mano una vara de fresno.
Los gigantones son siete. Cinco de ellos están vestidos de forma que representen a las distintas razas del mundo y dos de ellos a doña Jimena y al Cid, estos últimos fueron añadidos en 1984 al grupo de gigantones. Los Danzantes de Burgos están compuestos por doce danzantes que visten al estilo de la corte, tres tetines que representan con su indumentaria al pecado y al demonio (colores llamativos y gorro cónico) y un tetín mayor vestido de azul.
POSTALES, SELLOS Y MUÑECOS CON EL TRAJE TÍPICO REGIONAL DE BURGOS:
FACHADA DE LA CATEDRAL DE BURGOS:
MONUMENTO AL CID: RODRIGO DIAZ DE VIVAR. EN BURGOS:
Infórmate sin compromiso en la Academia Paraninfo.